Conjunto Parroquial SMG

En la ciudad el concepto de identidad apela en gran medida a la especificidad de la actividad que se desarrolla en el interior del edificio y del lugar estricto ocupado por el mismo dentro del desarrollo urbano de la ciudad. Cuando el proyecto anida en estructuras urbanas dispares, caso muy común de los bordes de la ciudad donde coexiste lo residencial con la industria o servicios, la identidad del mismo en ese conjunto de disimilitudes se presenta a nuestro entender, como oportunidad de proyecto en cuanto va a poder cristalizar, en una respuesta conceptual, ese conjunto de rasgos o características propios, de la Cosa que permite distinguirla de las otras.

El proyecto del Complejo Parroquial SMG se nos presentaba como una oportunidad de redefinir un límite y dar sentido a toda una acción de proyecto que tenía como aliciente la formalización de ciudad en un enclave complicado ente dos mundos de naturaleza diferente: La trama del ensanche residencial y el parque Lineal de la Vaguada. Entre ambos, en una tierra de nadie, sobre una estrecha cinta de servicios no cualificados, donde se alinean edificios de talla y uso dispar, desde un Colegio hasta un Decathlon se encuentra nuestro solar.

«El proyecto del Complejo Parroquial SMG se nos presentaba como una oportunidad de redefinir un límite y dar sentido a toda una acción de proyecto».

Concepto

La dependencia de este edificio con respecto al entramado urbano, en esa idea deliberada tendente a dar continuidad a la ciudad a través de él, se expresa formalmente en la composición de fachada hacia el ensanche. Hacia esa orientación la envolvente del edificio se perfora en huecos menores a manera de fanal que dan luz y ventilación a la crujía que alberga los usos menores del centro parroquial (despachos, aulas y viviendas) complementarios. Empatizando con el resto de edificios residenciales a los que da frente planteando una volumetría más estricta donde el material cerámico, la ventana y la altura de coronación del edificio son elementos que dimanan del ensanche y por lo tanto atributos de ese lugar complejo que permite contextualizar la intervención en la ciudad entendida como un todo continuo, estableciendo este límite político, de la trama no en el borde residencial delimitado por la calle Juan Gris, perteneciente aún a la trama residencial en el espacio común urbano, sino en el parque de la vaguada como límite o accidente geográfico.

Desde la distancia el edificio busca su cualificación como contenedor, planteando un paralelismo formal con los existentes basado principalmente en su compacidad. Era necesario dotar al contenedor de una identidad que apelara a su función y en este caso, dentro del programa de necesidades a cubrir, la más importante a nuestro entender era la del templo que nos permitía a su vez la utilización para su materialización de una volumetría clara contundente y de gran talla donde el ejercicio de introducir luz natural a su interior permitiese y argumentara un proceso proyectual encaminado a la construcción del espacio interior del mismo.

La configuración del templo como contenedor de una actividad crucial dentro del encargo nos permitía además utilizar un lenguaje abstracto basado más en la consideración espacial de la envolvente interior entendida como superficie con capacidad de, a través de la luz, plantear un doble discurso espacial entre lo necesario y lo trascendente. Así se explicaría en la sección longitudinal del edificio donde el espacio estricto para el uso, delimitado por los coros, se complementa con el trascendente que llegaría a la cota máxima alcanzada por el edificio a través del lucernario principal que inunda de luz el retablo de la iglesia y por reflexión al resto de ella.
El programa de gran complejidad, diverso en usos y escalas consta principalmente de los siguiente elementos:
Atrio exterior, plaza cubierta de entrada presidida por la Torre campanario, al pié de esta, se proyecta una ermita.
Iglesia con capacidad para 500 feligreses distribuidos en dos niveles (299 inferior + 201 superior) más un coro con capacidad para 72 personas sentadas.

Centro parroquial. Con doble entrada exterior – interior , tiene tres niveles : En el nivel más bajo se sitúan el acceso y los espacios complementarios, en los niveles superiores se disponen 8 aulas de 18 alumnos.

Viviendas 5 viviendas situadas sobre el centro parroquial y distribuidas en tres niveles de diferente programa y dimensión.

Garaje en sótano para 13 plazas y trasteros, almacenes y locales de limpieza susceptibles de ampliación según necesidades.

«En la ciudad el concepto de identidad apela en gran medida a la especificidad de la actividad que se desarrolla en el interior del edificio y del lugar estricto ocupado por el mismo dentro del desarrollo urbano de la ciudad».

Ficha técnica

Proyecto: PROYECTO COMPLEJO PARROQUIAL SAN MANUEL GONZÁLEZ. SMG
Sitación: SAN SEBASTIAN DE LOS REYES. MADRID
Arquitecto: RAMÓN FERNÁNDEZ-ALONSO BORRAJO
Equipo técnico: SERGIO GARCÍA PEDRAJAS. ESTUDIO DE INGENIERÍA.
Aparejadores: MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ DENGRA
Iluminación: ALS Lighting. Anton Amann
Promotor: PARROQUIA SAN MANUEL GONZÁLEZ
Presupuesto: 2.165.158 EUROS.
Fecha de terminación de obra: Julio 2017
Superficie construida: 3.000 M2

Premios

Primer Premio

Architect of the Year Awards

2021

Seleccionado

Premios de Arquitectura Española

Primer Premio Concurso de Anteproyectos

Publicaciones

Grupo Vía. Arquitectura Plus 2006. Págs. 48 y 49